SAPD
Sociedad Andaluza
de
Patología Digestiva
Iniciar sesión
Buscar en la RAPD Online
This work is licensed under

CC BY-NC-ND 4.0
RAPD 2010
VOL 33
N6 Noviembre - Diciembre 2010

N6 November - December 2010
PDF

Datos de la publicación


Poliposis hiperplásica gástrica asociada a la toma de inhibidores de la bomba de protones


TRADUCCIÓN
Resumen(en)

A 52-year-old was sent to outpatients due to long-standing dyspepsia with partial improvement with omeprazole. Her personal history showed her to be allergic to streptomycin, hypertension, subacute thyroiditis, irritable bowel syndrome (with normal colonoscopy and laboratory tests for a year), functional dyspepsia (she underwent two upper endoscopies, the last being 5 years before, with normal findings and rapid urease being negative). She was being treated with omeprazole (20 mg/day), enalapril/hydrochlorothiazide and ASA (100 mg/day) (for vascular headache.) She underwent a new upper endoscopy that showed multiple polyps (over 30) in the greater curvature of the gastric body with variable size and morphology, the smaller (about 5 mm) being sessile and those larger (16-18 mm) being semi-pedunculated, with somewhat irregular and discoloured mucosal surface (Figures 1 and 2). Multiple biopsies were taken. Motility and distensibility of the area is preserved. Rest of the stomach, pylorus, duodenal bulb and second portion of the duodenum showed to be normal. She underwent also a urease test, with negative findings. The biopsy revealed hyperplastic polyps, so due to the patient's history of chronic use of proton pump inhibitors (PPIs) the patient is stopped being administered omeprazole being replaced by ranitidine.

A breath test also confirmed the absence of H. pylori. The patient underwent a control endoscopy 5 months later, showing a marked improvement in the number of polyps and in their size (Figures 3 and 4), taking biopsies again, confirming that they were hyperplastic polyps.


CORRESPONDENCIA

Miguel Marín Moreno

Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Alto Guadalquivir. Avenida Blas Infante s/n. CP: 23740. Andújar. Jaén.

Tfno: 953 02 16 04 FAX: 953 02 14 06

mmarin@ephag.es

Caso clínico

Paciente de 52 años de edad remitida a consultas externas por dispepsia de larga evolución con mejoría parcial con omeprazol. Entre sus antecedentes personales destacan ser alérgica a la estreptomicina, hipertensión arterial, tiroiditis subaguda, síndrome de intestino irritable (con colonoscopia y analítica normales hacía un año), dispepsia funcional (se realizó hasta dos endoscopias digestivas altas que fueron normales, la última hacía 5 años, con ureasa rápida negativa), estando en tratamiento con Omeprazol 20 mg diarios, enalapril/hidroclorotiazida y AAS 100 mg diarios (por cefalea vascular). Se le realiza una nueva endoscopia digestiva alta, objetivándose múltiples (más de 30) pólipos en curvatura mayor de cuerpo gástrico, de tamaño y morfología variables, los menores (en torno a 5 mm) sesiles y los de mayor tamaño (16-18 mm) semipediculados, con mucosa de superficie algo irregular y discrómica (Figuras 1 y 2), tomándose múltiples biopsias. La motilidad y distensibilidad de la zona está conservada. Resto de estómago, píloro, bulbo y segunda porción duodenal normales. Se toma igualmente test de la ureasa, que es negativa. La biopsia determina que son pólipos hiperplásicos, por lo que ante el antecedente de toma crónica de inhibidores de la bomba de protones (IBP) se decide suspender el omeprazol, sustituyéndose por ranitidina. Se confirma además la ausencia de H. Pylori con la realización del test del aliento. Se realiza endoscopia de control a los 5 meses, objetivándose una notable mejoría tanto en el número de pólipos como en su tamaño (Figuras 3 y 4), biopsiándose de nuevo, confirmándose que se trata de pólipos hiperplásicos

Figura 1

Existen numerosos pólipos en cuerpo gástrico, sobre todo en curvatura mayor, de diferentes tamaños.

imagenes/IMAGEN3_fig1.jpg
Figura 2

Al coger un pólipo con pinza se aprecia que es semipediculado.

imagenes/IMAGEN3_fig2.jpg
Figura 3 y 4

Mejoría significativa en esta segunda endoscopia, con disminución tanto en el número como en el tamaño de los pólipos, apreciándose zonas respetadas de mucosa entre los pólipos.

imagenes/IMAGEN3_fig3.jpg
imagenes/IMAGEN3_fig4.jpg

Discusión

En la mayoría de los casos los pólipos gástricos son encontrados de manera casual al realizar una endoscopia digestiva alta por cualquier motivo, siendo en general asintomáticos[1]. Los pólipos hiperplásicos constituyen el 75% de los pólipos gástricos[2], y generalmente son únicos y de pequeño tamaño, aumentando su prevalencia en gastritis crónicas: gastritis asociada a H. Pylori, anemia perniciosa, gastritis reactivas o químicas y gastritis postgastrectomía. El potencial de malignización es pequeño pero presente (0.5-7.1%)[3], sobre todo en los mayores de 2 cm y en los pedunculados. El tratamiento es la extirpación, objetivándose mejoría en algunos pacientes al erradicar el H. Pylori; la gastrectomía subtotal se debe considerar cuando existe displasia o carcinoma. Nuestra paciente es una tomadora crónica de IBP, estando más relacionado con ello los pólipos de glándulas fúndicas que los hiperplásicos[4]. En nuestro caso se objetivó una gran mejoría al suspender el omeprazol, lo que indica la relación directa con la toma del IBP, además de que se comprobó en varias ocasiones la ausencia de H. Pylori. Debido a los hallazgos, ante el riesgo de malignización por el tamaño de los pólipos observados y por el número, le realizamos seguimiento endoscópico periódico.

BIBLIOGRAFÍA

1 

Goddard AF, Badreldin R, Pritchard DM, Walker MM, Warren B. The management of gastric polyps. Gut 2010; 59(9):1270-1276.

2 

Stolte M, Sticht T, Eidt S, Ebert D, Finkenzeller G. Frequency, location, and age and sex distribution of various types of gastric polyp. Endoscopy 1994; 26(8):659-665.

3 

Zea-Iriarte WL, Sekine I, Itsuno M, Makiyama K, Naito S, Nakayama T et al. Carcinoma in gastric hyperplastic polyps. A phenotypic study. Dig Dis Sci 1996; 41(2):377-386.

4 

Thomson AB, Sauve MD, Kassam N, Kamitakahara H. Safety of the long-term use of proton pump inhibitors. World J Gastroenterol 2010; 16(19): 2323-2330.