Caracterización histológica de la osificación mesentérica heterotópica: un hallazgo inusual.

Caso Clínico

Presentamos el caso de un paciente de 52 años con antecedentes de esplenectomía secundaria a politraumatismo. Acude a urgencias por dolor abdominal, la tomografía computarizada muestra una masa intraperitoneal hipervascularizada con calcificación central en forma de estrella sugestiva de tumor carcinoide mesentérico. Se decide intervención quirúrgica con hallazgos de esplenosis peritoneal con áreas degeneradas y calcificadas. En el postoperatorio el paciente presenta una obstrucción intestinal precisando una nueva intervención, con resección extensa del intestino delgado y colon. El análisis anatomopatológico muestra un hematoma mesentérico organizado con osificación heterotópica mesentérica (OHM), fibrosis extensa y esclerosis focal de la serosa intestinal, involucrando musculatura esquelética con necrosis grasa y reacción de tipo cuerpo extraño con células gigantes (Figuras 1-3).

Figura 1

Imagen microscópica de una sección de la pared intestinal (a) en la que se identifica notable fibrosis de la serosa y del mesenterio con un foco sustancia osteoide en su espesor (b).

Figura 2

Foco de osificación mesentérica desorganizada (*).

Figura 3

Detalle de la sustancia osteoide dispuesta en trabéculas irregulares y anastomosadas con ribete identificable de células osteoblásticas (flechas).

Discusión

La OHM es una patología rara, atribuida a la metaplasia osteoblástica de células mesenquimales en respuesta a inflamación severa, como cirugías previas o traumas[1]. El diagnóstico es generalmente intraoperatorio, aunque puede sospecharse mediante tomografía si se observan calcificaciones. El pronóstico es generalmente favorable, siendo de elección el tratamiento conservador para evitar una mayor osificación[2].

Histológicamente, la OHM se caracteriza por septos fibrosos en el mesenterio que atrapan grasa, nervios y vasos integrados por fibroblastos y variable cantidad de osteoide y hueso con un ribete de osteoblastos[3]. El diagnóstico diferencial incluye calcificaciones distróficas y neoplasias sarcomatosas[1].

No debemos olvidar esta rara pero trascendente patología, asociada a antecedentes quirúrgicos o traumáticos abdominales. Aunque benigna, su presentación clínica debe distinguirse de tumores malignos, destacando la importancia de su identificación adecuada.